El desperdicio de los alimentos es un tema con un gran impacto en el medio ambiente. Mientras que en Europa y América del Norte se desechan entre 95 y 115 kilos de alimentos por persona al año, Corea del Sur ha encontrado la fórmula para luchar contra el desperdicio alimentario. Se ha conseguido reducir la cifra a menos de 11 gracias a la voluntad política y a una potente inversión en tecnología.
“En realidad, las tecnologías verdes no son una novedad, lo que si es destacable es la implantación actual, de la tecnología ecológica, en donde los productos y/o servicios en los que se innova, deben ser 'verdes' y 'limpios'."
  Un nuevo informe de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU (FAO), publicado recientemente, advierte que 1.300 millones de toneladas de alimentos se desperdician anualmente, lo cual no solo provoca grandes pérdidas económicas sino también un grave daño a los recursos naturales de los que la humanidad depende para alimentarse.
Asia, el continente más poblado del planeta pasa sed. Sao Paulo, -sede de uno de los grandes centros financieros del mundo y la mayor ciudad de Brasil, el país con mayores reservas hídricas del mundo-, pasa sed. En muchos países de África la principal ocupación de las mujeres es la búsqueda diaria del agua. En Oriente Medio, Israel y Palestina han hecho del agua un campo de batalla. En México se riega con aguas negras mal recicladas...
  Febrero de 2016 marcó un nuevo récord de temperaturas en la Tierra y ya es, oficialmente, el mes más caliente de la historia de la humanidad, un hecho que se une a la serie de hitos climáticos cada vez más frecuentes y que dan una idea de hacia dónde se dirige el planeta.
  Más sencilla y simple imposible. Tanto que cualquiera podría hacerla en su casa sin ningún problema. Se trata de Ooho!, una innovadora propuesta que con un costo de producción de tan solo US$ 0.02 puede revolucionar la forma en que se bebe el agua y contribuir a reducir considerablemente las emisiones en todo el planeta.
  2015 llegó obligándonos a poner el grito en el cielo por los altos e inéditos niveles de contaminación mundial alcanzados y, lamentablemente, se marchó de la misma forma o aún peor. Aunque aún muchos no quieran reconocerlo, el medio ambiente está más presente que nunca y cada día pide más a gritos nuestra ayuda.