Vivir en armonía de pensamientos resulta una forma de vida más saludable

 

A veces situaciones desafiantes de la vida cotidiana se reflejan en nuestro rostro, pero las ideas espirituales son recursos inagotables para sentirnos sanos. Una mente plena de buenos pensamientos transmite mensajes de bienestar.

Algunos estudios demuestran que el 80% de las enfermedades de la piel tienen origen psicosomático.

La Universidad Harvard, pionera en estudios de Neurociencia, publicó un informe en el que demostraba que entre el 60 y el 90% de las consultas a médicos de medicina general eran debidas a lo que llaman emociones tóxicas, derivadas de la amargura, el resentimiento, la frustración, ira, tristeza, etc. En muchos casos, estos estados emocionales provocan alteraciones en la epidermis derivadas del estrés, así como algunas desarmonías físicas aparecen por algún pensamiento discordante detrás.

Dejar de centrar la atención en lo negativo para enfocarse en lo bueno de la creación espiritual promueve la salud. Esto puede lograrse a través de la conexión con la Consciencia universal, que aportará calma mental. La armonía del pensamiento se manifiesta en el cuerpo. Un recurso poderoso es reconocer la presencia y acción sanadora del Amor en la vida.

Empecé a pensar más en ese asunto cuanto encontré una expresión en la Biblia que captó poderosamente mi atención: “Arras del Espíritu”.

 

¿Qué significa la palabra Arras?

Su significado se relaciona cuando en la compra de bienes raíces se deja una suma de dinero como seña o señal de pago para una propiedad. Pero en el significado espiritual se refiere a las señales divinas para transitar en el sendero indicado. En otro pasaje se menciona: “Las arras del Espíritu en nuestros corazones”. Aquí las “arras” nos garantizan el sello de nuestra herencia celestial. Esto me llevó a la conclusión que tenemos siempre a nuestro alcance las arras espirituales que nos confirman que somos las ideas verdaderas del Principio infinito, creador de todo lo bueno. Reconocer y afirmar esta gran verdad del ser nos conduce a la calma de la armonía espiritual.

Podemos también utilizar estas arras para rechazar metafísicamente toda alteración en la piel.

En el libro Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, su autora Mary Baker Eddy, indica que el pensamiento es el elemento crucial en la curación espiritual: Despojando el pensamiento de confianzas equivocadas y evidencias materiales a fin de que las verdades espirituales del ser puedan aparecer, este es el gran logro mediante el cual eliminaremos lo falso y daremos lugar a lo verdadero”.

Algo parecido experimentó Anne, una joven de Alemania, que tuvo una curación de un sarpullido muy grande en su piel. Apoyándose en la oración y con una nueva perspectiva, llegó a la conclusión que, incluso en los momentos más atemorizantes, podía confiar totalmente en Dios, lo que le ayudó a perder el miedo. Al cabo de tres días su piel sanó totalmente.

Al mantener el pensamiento en lo bueno, reconociendo que la salud es una condición espiritual y no material, se impide la entrada de pensamientos que espiritualmente no nos pertenecen. Lo verdadero y natural es nuestro derecho a gozar de buena salud.

 

¡Afirmando tus arras espirituales, tendrás armonía en tu piel y en tu corazón!