Copenhague se prepara para ser la primera capital libre de emisiones en 2025

 

La capital danesa presentó un plan para ser totalmente neutral en emisiones de carbono. Nueva arquitectura, nuevos hábitos y más conciencia ambiental hacen parte de este proyecto.

Será mucho que hacer en una década, pero será posible. Dinamarca, con su capital Copenhague como estandarte, ha demostrado que logra lo que se propone, y tiene conciencia medioambiental.

La ciudad se propuso ser la primera capital del mundo libre de emisiones de carbono para el año 2025. Para lograr este ambicioso objetivo, el Concejo de la ciudad elaboró un plan para reducir el consumo de CO2, primero bajándolo de las 2,5 millones de toneladas actuales a 1,2 millones de toneladas, y luego a cero.

La atención está puesta en reducir las emisiones, responsables del 75% del dióxido de carbono presente en el aire de la ciudad.

Muchos de los edificios de Copenhague fueron construidos en los años sesenta y setenta, y no se adaptan a los nuevos estándares de arquitectura sustentable y energéticos.

arquitectura responsable

Hay cuatro pilares centrales en el Plan Climático: consumo de energía, producción de energía, movilidad y administración. Las medidas a obtener son la expansión de las granjas de viento, la proliferación de sistemas de calefacción eficientes, el desarrollo de una red de transporte público ecológico y la ampliación de canales para bicicletas.

granjas solares

Una primera medida exitosa fue la construcción de la autopista para bicicletas, que conecta los distritos más alejados y los suburbios al centro de la ciudad. Hay otras 26 rutas de bicicletas en construcción. También se abrió la primera planta de enfriamiento que aprovecha el agua marina para reducir el calentamiento de las fuentes de energía. Pronto se pondrá en marcha la construcción de otras siete plantas, cuya finalidad es reemplazar el uso de aires acondicionados en toda la ciudad.

Se impulsará que los edificios bajen un 20% su consumo de energía y que las casas lo hagan en un 10%, los edificios públicos deberán reducirlo en un 40%.

El consumo de energía para iluminar las calles bajará en un 50%. La electricidad utilizada en la ciudad provendrá de fuentes renovables, y se fomentará de múltiples maneras el uso de bicicletas, a pie o por vía de un transporte público acorde a estos planteos.

Se incentivará a los niños a que cambien sus modos, para tener un futuro más esperanzador y ecológico, para un planeta mejor. Sin duda, un buen ejemplo de planeamiento urbano.

 

 

⇒ Con información de Buen Diario

 

Denisse Espinoza