3 maneras de decirle ‘adiós’ al mal humor

Solo nosotros podemos tener el control de nuestras emociones, ya que somos los dueños de la gran decisión de dejar que algo nos afecte gravemente, de manera sútil o que simplemente, pase de largo.

Cuando aprendemos esto, nos tomamos más en serio la tarea de tomarnos unos minutos antes de reaccionar y pensar: ¿Depende de mí?, ¿puedo hacer algo para solucionarlo?, ¿ponerme de mal humor mejorará la situación? La respuesta para esta última pregunta el 99% del tiempo es un rotundo y absoluto “no”, es por ello que hoy veremos tres maneras de decirle adiós a ese mal humor que nos abruma, nos aleja de las soluciones y por supuesto, de la felicidad.

 

Enfócate en alguien más

 

Cuando te sientas encerrado en tu mal humor, no dejes que eso llegue a mayores. Cambia tu visión como si de unos lentes se tratara y disponte a ayudar a alguien más, y no se trata sobre donar dinero ni ir a hacer voluntariado (aunque claro que son opciones), puedes simplemente reunirte con un amigo que quiera hablar, tomarte un café con uno de tus vecinos, escuchar a alguien más y salir del ‘hueco’ en el que te puedas sentir.

Recuerda que cada cabeza es un mundo, así que cuando tu cielo está nublado, ve de visita al mundo de otro y seguro regresarás con un ánimo muy diferente.

¡Sé el superhéroe de alguien más!

 

Manténte en movimiento

 

Para nadie es un secreto que el ejercicio y mantenernos en forma nos puede mantener alejados del mal humor, porque nos hace segregar hormonas de felicidad, que asociamos con autorealización y satisfacción personal. Pero no necesitas ser fitness para mejorar tu ánimo con actividad física ni lanzarte una semana de gimnasio en contra de tu voluntad, basta con salir a trotar, caminar, tomar una clase de yoga o algo que de verdad te agrade. Esto te hará sentir mejor y drenar un poco esos pensamientos negativos que rondan por tu mente.

 

Ten pensamientos optimistas

 

El psicólogo Robert Zajonc lo resume de la manera más sencilla, diciendo que el simple acto de sonreír puede mejorar nuestro ánimo, y es así. Cuando una persona que piensa de manera pesimista recibe una mala noticia, un email inesperado o simplemente una cuenta que le parece imposible de pagar, se hunde en su negatividad y simplemente piensa “todo me sale mal”, “tengo mala suerte” o “nunca estaré bien”; mientras que por otro lado, un optimista verá la luz al final del túnel con pensamientos como “esto lo puedo mejorar”, “esta es una oportunidad de aprendizaje” y “no importa, eso se soluciona de esta manera”. ¿Qué lado eliges?

Dicen que mientras más positivos somos, mejores cosas atraemos a nuestra vida. Si sonreímos, caemos y nos levantamos, afrontamos las adversidades de una manera positiva y nos conocemos, viviremos de manera más feliz y lo mejor de todo es que contagiamos a los demás con ese ánimo, cosa que nos hará sentir aún mejor. Así que, ¿tienes un mal día? ¡Conviértelo en uno bueno! En tus manos (o mejor dicho, en tu mente) está el poder, úsalo a tu favor.

 

 

⇒  Toy Feliz

Giancarlo Molero