Una transición a la Nueva Era… Tiempo del no tiempo

Así llamaron los antiguos Mayas a esta época de transición a la nueva Era de Luz de Aquarius.

La indolencia, la indiferencia y la apatía llevaron a un estado de putrefacción a gran parte del planeta Tierra.

Es un tiempo de desafíos para improvisar en medio de una sociedad corrupta, y una naturaleza en mutación a una más elevada dimensión.

Un ejemplo a la conducta que debemos ahora seguir; nos otorga la observación de la Quietud de la montaña y la Suavidad del viento que penetra y fortalece toda vida.

Pero aquello que se echó a perder por culpa del ser humano, puede y tiene que ser arreglado por él mismo. No se trata de rezar ni de pedir milagros al Dios Constantino. Para mejorar hay que conocer la causa de la enfermedad y tener la claridad para seleccionar el remedio y aplicarlo con perseverancia hasta lograr el éxito.

Entonces y antes que nada, hay que fortalecer nuestro espíritu para que esta energía contagie y eleve a los demás.

No es viable combatir la violencia con violencia. Hay que manifestar una gentil consideración en el trato externo, mientras prevalece una voluntad inquebrantable interior para imponer la paz, la prosperidad y la alegría en el vivir. (Aunque no siempre será mejor tomar al toro por los cuernos o no hacer nada.)

La labor no es para Superman, será necesario unir a muchos elegidos capaces y con poder real para lograr las reformas dentro de la simultánea acción y creación de un nuevo amanecer.

Los Santos y sabios, están aquí y ahora para guiar a los valientes guerreros espirituales y juntos realizar el gran cambio en el tiempo de no tiempo.

 

JCHV

Denisse Espinoza