Para la medicina tradicional amazónica, la sexualidad es un reflejo de la energía divina, creadora del Universo. Esta energía circula por toda la trama del Cosmos, desarrollando distintas formas y mecanismos para manifestarse y perpetuarse. Cultiva una sexualidad sana con plantas amazónicas.

Comunidades indígenas se unieron con el objetivo de restaurar los bosques de Polylepis, conocidos como bosques de queñua o yagual, un ecosistema único de los Andes, importantes para el sustento de la biodiversidad local y el suministro de agua de comunidades andinas y amazónicas.