Beneficios de la autorregulación por Alexandra Molina

Desarrollar la capacidad de la autorregulación implica la capacidad de regular nuestras emociones, pensamientos, acciones, interacciones, y experiencias. 

Esto se refiere a cuán bien somos capaces de manejar el estrés, cuánta energía gastamos y cuán bien nos recuperamos de las circunstancias. No podemos eliminar las situaciones estresantes enteramente, pero podemos desarrollar nuestra habilidad para potenciar estados internos que nos permitan volver al equilibrio. 

Si la autorregulación está presente, más allá de la circunstancia que surja eres capaz de  regresar al tu  cuerpo  y encontrar calma, quietud y confort en tu interior.

La autorregulación se logra, al crear un espacio para la calma y el alivio, tomando contacto con las sensaciones corporales y la respiración, este mecanismo simple sirve para calmar el sistema nervioso, una vez que el sistema nervioso a salido de un estado de alerta y estrés. Entonces, es importante reprogramar la mente para ser capaz de procesar y liberar pensamientos, sentimientos, y experiencias retornando a la sensación de calma y alivio. 

Acciones para autorregularnos

-Traer a la consciencia la respiración; ayuda a calmar la mente y el cuerpo, a volver a ese espacio de quietud interno.

-La observación de las sensaciones corporales y la liberación de la tensión física. 

– Disolver los pensamientos negativos y las maneras tóxicas en la que pensamos sobre nosotros mismos. una vez que estos pensamientos surgen, registrarlos y reemplazarlos por pensamientos positivos, afectivos y reconfortantes, hacia ti mismo, un pensamiento confortante podría ser: ¨Yo me permito sentir amor, compasión y estabilidad y confianza aquí y ahora¨. Cualquier pensamiento que te haga sentir apoyado y reconfortado. Sigue siendo consciente de tus pensamientos. Y potenciar los pensamientos que nos ofrecen fuerza y seguridad. 

– La meditación apoya el proceso de autorregulación, ya que cuando practicamos la observación y la atención plena nos volvemos conscientes de nuestros pensamientos habituales y de nuestras acciones, de la manera en la que respiramos, de la manera en la que nos movemos, de la forma en la que afrontamos el estrés. La meditación nos entrena a que naturalmente elijamos la acción consciente más  no la reacción; nos permite enfocar nuestra atención de una manera que apoya nuestro bienestar mental, emocional y físico.  

Es importante notar como se refleja el estrés en la mente y en el cuerpo, cuando carecemos de autorregulación, hay una tendencia a sobre pensar, a preocuparnos excesivamente, nos volvemos demasiado autocríticos, estamos agitados o nos desasociamos enteramente de nuestras emociones, como un mecanismo de defensa.

Repite tu pensamiento positivo y reconfortante tantas veces sea necesario, recuerda que la práctica hace al maestro. Mientras más reprogrames tu mente,  más feliz y empoderado de sentirás.

 

 

Alexandra Molina